BAILAR EL ALMA x Machi

A través de Bailar como camino del ser, cuento mi camino de búsqueda hacia un lenguaje y una voz propia y honesta teniendo como resultado el nacimiento de Bailar el alma. El camino de búsqueda es como un viaje, un viaje que atravesamos en bailar el alma cada encuentro donde nos permitimos sentir, expresar, expandir y transformar en tribu.

 

Soy Machi Delgado, bailarina- actriz y artista circense de formación y comparto movimiento en Lima hace 7 años. Desde niña me ha gustado bailar; jugaba a bailar en escenarios y a armar coreografías para artistas. 

 

Tengo formaciones en escuelas de teatro en Perú y Argentina, de circo, innumerables workshops y clases de danza de todos los estilos posibles, de ludopedagogía, terapias a través del arte, neuroeducación, psicología corporal y biodescodificación. En el 2017 me fui a Buenos Aires a formarme en una disciplina llamada Yoga Booty Ballet- que mezcla yoga, baile y meditación. Ahí empezó mi camino hacia Bailar el alma. 

 

Compartí hasta el 2022 bajo el nombre de YBBPeru pero algo diferente sucedió. Después de 5 años de compartir y practicar; comencé a encontrar los vínculos de todas mis formaciones con el movimiento. Me animé a romper la estructura aprendida y empecé a compartir con una voz más propia y a incluir diversas dinámicas en mis encuentros. De pronto, comenzaron a llegar más y más mujeres a la "tribu" a bailar y a conectar con ellas mismas a través del movimiento. 

 

Bailar el alma, es más que una práctica o una disciplina. Es un espacio para SER. Un lugar para abrazar y ser abrazado. Para escuchar y ser escuchado. Para sostener y ser sostenido. Para reconciliarnos con nuestra naturaleza humana. Siempre me gusta aclarar que no puedo vender píldoras mágicas de bienestar ni que bailando y meditando te convertirás en iluminado o en un avatar. Todo lo que comparto me ha servido justamente para hacerme cada vez más humana. Para permitirme ocupar el espacio que he venido a ocupar, compartir el mensaje de Bailar el alma sin importar en qué momento me encuentre, para permitirme ser más compasiva conmigo misma y para permitirme bailar la vida, una canción a la vez. Sin prisa, en clave presente; a veces un poco más suave, a veces un poco más power.